Al leer este libro comprobé que sí tengo corazón. Hace mucho tiempo que quería leer un libro diferente a aquel romance y dolor el cual es similar en varios libros.
Lo empecé con una idea clara de cómo terminaría, la sinopsis te ayuda a crearte ese ambiente, pero a medida que comienzas a leer, olvidas eso que habías creído y solo te limitas a leer un libro que se vuelve algo tan perfecto que te encierras en su burbuja y no sales de allí hasta que finalmente, contra todo deseo lo terminas, convirtiéndose en esa clase de libros en el que al llegar a la última página lo alargas tanto, porque sabes que después de esa página no hay más.
Amé la forma de escribir del autor, es la primera vez que leo de él y no me arrepiento para nada de haberlo hecho.
Adoré las metáforas.
Hazel Grace: Al principio me pareció eternamente a la defensiva, como si odiara todo y a todos, pero lentamente fui encantándome con ella, la entendí, logré colocarme en su lugar y me hizo sentir cada una de las cosas que describía de una forma tan perfecta que de alguna forma sentí que hay una Hazel Grace en cada uno de nosotros.
Augustus Waters: Simplemente fue un personaje perfecto, sólo diré que es de aquellas personas que recordarás siempre y bastaba una palabra, una mirada para sentirte bien, acompañada y feliz. Pero como persona no era perfecto y eso sin duda fue lo que más me gustó de él.
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