Suicide Room es una interesante película que llega desde la lejana Polonia, pero que aborda un tema que no queda muy lejos como el suicidio y las redes sociales.
Se mire por donde se mire es un drama que trata este tema desde el punto de vista de un adolescente que tiene todo lo material que se pueda soñar pero que tiene que buscar afecto y comprensión en personas ¨virtuales¨, así se va metiendo más y más en una extraña red social que acaba por consumirlo.
A pesar de durar casi dos horas, no se hace tediosa, sobre todo por el magnífico trabajo de los actores, todos tanto principales como secundarios saben transmitir sus emociones de tal manera que te absorben y te hacen participe de lo que están viviendo.
Es de esas películas que te hunden en un mar de tristeza y emociones disueltas.
Amé a Dominik, quede absolutamente enamorada de este personaje, sufrí demasiado con el final de la película, pero no me lo puedo imaginar diferente.
Una de mis citas favoritas dichas en la película fue:
''Estoy viviendo… sangrando en silencio''.
''Estoy viviendo… sangrando en silencio''.
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